CRUZANDO EL DESIERTO A PIE DE CAÑÓN
La primera jornada del festival alemán vendría encabezada por los americanos SPIRIT CARAVAN, que para quienes con los conozcan se trata de otro proyecto en el que estuvo involucrado Wino de SAINT VITUS. Después de dar la vuelta de reconocimiento por el recinto del festival, que habéis podido leer en las primeras impresiones de éste, llegó el momento de atender a los conciertos.
Los primeros en abrir la tarde en el escenario principal serían los canadienses ANCIIENTS, una joven banda que lanzaron su primer trabajo discográfico el año pasado. Sus riffs pesados, progresiones y voz gutural recuerdan bastante a bandas como OPETH o MASTODON sin llegar al extremo de ser calcos. Ante una buena presencia de seguidores, algo que ocurrirá en todos los conciertos del festival, los canadienses sonaron excelentemente puedo gozar al máximo los temas que conforman su trabajo “Heart of Oak”, en especial su canción “Giants” que se transformó en el tema más reconocido y seguido de la tarde.
Mientras cerraban el escenario principal con una cortina para que durante el montaje no hubiese nadie y así atender a los conciertos del segundo escenario la gente se dividía entre quedarse al concierto o bien salir a fuera para refrescarse el gaznate. Un momento que provocaba un cierto overbooking en el interior mezclando la gente que entraba y la que salía. Esto hacía que más de uno se sintiese incómodo en el interior durante un concierto en el Foyer stage, aunque los más avispados se adjudicaban los sofás que habían en el interior. Quizás se conozca el DESERTFEST como festival de stoner, pero también incluyen en sus ediciones bandas de rock psicodélico, doom o sludge, por ejemplo. Una muestra era la presencia de los suecos SIENA ROOT, una banda que realiza un rock de los 70, con toques psicodélicos que recuerda a bandas del siglo XX de rock, siendo un ejemplo claro a THE DOORS, con unas guitarras estilo Clapton y Blackmore. Un concierto majestuoso y con un sonido claro pero crudo a la vez, de la época, que consiguen trabajando únicamente con dispositivos analógicos para conseguir su sonido, dándole provecho todavía a las válvulas de antaño. Un auténtico viaje en el que no faltó ningún detalle incluyendo vestimenta de la época ya sea pantalones de campana o túnicas de tela con ornamentas de colores.
Sin cambiar de género musical, nos trasladamos hasta los Estados Unidos para presenciar ahora la psicodelia de SLEEPY SUN. Presentando su nuevo trabajo “Maui Tears”, el segundo trabajo de Bret Constantino como vocalista. Otro viaje espiritual de la psicodelia de los años 60 y 70 del nuevo continente. Unos ritmos de batería variado, un bajo distorsionado a base de válvulas y esas melodías reverberadas hacían la esencia de un gran concierto. Además, la acústica del escenario principal hacía un buen aliciente para que un sonido así estuviese a la altura e hiciesen delicia a los oídos de los asistentes en el que cada vez la presencia se hacía mayor a lo largo que transcurría la jornada. Era impresionante las hazañas de Bret Constantino a lo largo del concierto en como introducía ritmos a través de maracas, panderetas o su harmónica distorsionada que realizaba con un micrófono un tanto extraño.
Otra presencia estadounidense, una de las muchas que hubo en todo el festival, iba a ser la de los de Carolina del Norte ASG, en el Foyer stage. La joven banda de stoner realizaron un gran concierto y con bastante energía pero tuvieron el problema que el sonido no acompañó lo suficiente e hizo que sonase un poco denso en algunas zonas. Eso sí, no fue una excusa suficiente para el público de las primeras filas que lo dieron todo desde el minuto cero. Pero también hizo que unos pocos acabasen saliendo fuera a tomar el fresco y a escucharlo desde lejos. Paralelamente, justo al lado de la entrada, se realizaba el Theatre Bizarre. Un anexo donde se proyectaban documentales musicales y películas de serie B para aquellos que querían visualizarlos o aprovechar el momento para descansar en alguna de las butacas.
Pero poco descansarían porque llegaba el momento del gran plato de la primera jornada del DESERTFEST. Dave Sherman y Scott “Wino” se volvían a juntar para ofrecer una nueva dosis de SPIRIT CARAVAN después de más de diez años de silencio. Cuentan con la ayuda de Henry Vasquez, de SAINT VITUS, después de que Gary Isom abandonase la reunión. Poder ver en vivo directo la interpretación de canciones como “Powertime”, “Dove-Tongued Aggressor” o “Healing Tongue” entre otras de sus dos únicos trabajos habrá sido una experiencia única para muchos de los asistentes en el festival. El buen trato entre público y músicos se hizo notar e incluso el buen rollo que había entre Dave y Wino animaba a los asistentes entre solo de guitarra y bajo que se marcaron cada uno.
Sin duda alguna el DESERTFEST había empezado con fuerza siendo el día pequeño de los tres. Si de este modo ha comenzado uno se imagina que las dos próximas jornadas serían aún más espectaculares.