Se dió a conocer a mediados de los 90, al frente del los Rockeros y maravillosos «El Fantástico Hombre Bala», con un estilo lírico y una manera de componer que rápidamente recordo a uno de sus mayores ídolos, el Zaragozano Enrique Bunbury. Precisamente con Bunbury tuvo la oportunidad de trabajar hace ya 6 años, en un proyecto denominado Bushido, donde también había cabida para Carlos Ann y Shuarma. Y, por último, edito tres buenísimos discos, sin contar su disco de Rarezas, con la banda de Metal «Skizoo».
Ahora, está de vuelta con un disco titulado como otro de los proyectos en los que colaboro hace años «ExMundus», donde nos ofrece una amalgama llena de una creatividad al alcance de muy pocos, y unas canciones cargadas de un un gran sentimiento y sensibilidad, y unas letras tan notables como en él es habitual.
Para esta nueva aventura, el cantante ha querido volver a rodearse de gente ya amiga, como Charly y Daniel, a la batería y a la guitarra, que ya compartieron años con él en el FHB, y nombres aún poco conocidos como Ricky, guitarrista de Shuarma, y Mikel Bassquez al bajo.
Estos músicos han sabido crear un mundo innovador, donde existe una constante palpitación de querer crear algo nuevo e interesante, con canciones que no se avergüenzan de jugar a su antojo con el Pop, el Rock, el Metal, la Electrónica, el… bueno, lo que les venga en gana en cada momento. Atmósferas muy conseguidas que nos transportan a un universo inexplorado por nuestra alma hasta ahora.
El disco abre con «Promesas», un tema idóneo para comenzar el álbum, donde destaca sobre todo, y tal y como será norma en muchas partes del disco, la voz de Morti, y sus conseguidas y pegadizas líneas vocales, que logran un estribillo altamente adictivo.
«Ya no encajan las piezas» es un tema mucho más relajado, con una estructura y una producción bastante Pop, donde lo mejor es la letra y las líneas arpegiadas de la guitarra, aunque todo ello, queda un poco deslucido ante una producción, repito, excesivamente blanda. Estoy convencido de que la canción en directo ganara muchos enteros.
«Sueño Contigo» es una de las canciones que más me han gustado. Bueno, de echo, reconozco que me ha apasionado desde el primer instante. Tiene esa Magia inexplicable que hace que ames irremediablemente un tema desde que tus oídos lo perciben por primera vez. Compuesta por unas guitarras acústicas muy bien interpretadas, unos colchones de teclado y toques eléctronicos introducidos con mucho tacto, una gran producción en la voz y en la batería, y una línea vocal que te hace notar como algo vibra dentro de ti. Una canción tranquila, que hace, de verdad, que se te erizen los pelos del cuerpo en la intimidad de tu habitación.
En la siguiente canción, «Es la Hiedra» nos encontramos con la gran colaboración de Bunbury, y una producción que me ha recordado a los temas de «Pequeño», el segundo disco del maño. Un tema de casi 7 minutos de duración que empieza de manera muy relajante, sosegada, perezosa incluso, que va creciendo poquito a poco hasta culminar, casi sin que te des cuenta, con unas guitarras distorsionadas de lo más duras. Un tema extraño que necesita de muchas escuchas para poder cuajar completamente.
«Sopla el Viento» sigue la tónica atrayente del disco, en un corte con voces distorsionadas, que en esta ocasión nos recitan una letra con aires positivos y alentadores.
«Ninfas» es una canción sencilla, e incluso hasta previsible, pero, en el fondo, esa es su mayor virtud. Siempre he pensado que es más díficil componer, aunque parezca lo contrario, una canción enrevesada y compleja, que una espontánea, humilde y simple, que suelen ser, por lo general, las que se acaban convirtiendo en favoritas por los fans. Pues bien, «Ninfas» es un claro ejemplo de ello.
«Estatua de Sal» contiene aires arábigos que constratan con «Dime Tú», una canción netamente Rockera, con un Morti que canta con algo más de fuerza y rabia en un estribillo fácil de recordar.
«De Purpurina y Pan» es otra de las mejores canciones que contiene este «ExMundus». Una Oda, principalmente acústica, a algunos de los más comunes placeres mundanos, que además contiene la colaboración del Ex-Elefantes Shuarma.
El disco se va acercando al final con otro grandioso tema denominado «Magenta», otra canción pausada y lánguida que volverá a hacer las delicias de los oídos más delicados. Una preciosa melodía de piano arropa una de las mejores letras creadas jamás por el Barcelonés, que se maneja mejor que nunca, en tesituras suaves y sedosas.
En definitiva, estamos ante un gran disco, sobre todo original, con atmósferas que envuelven de manera más que notable la singular voz de Morti. Además, las letras, como estamos aconstumbrados ya en él, merecen muchísimo la pena.
Pero, que ningún Rockero cerrado de mente trate de introducirse en este «ExMundus», porque probablemente saldrá bastante decepcionado. Nos encontramos ante una obra de una enorme calidad, echa por unos grandes músicos para la gente que sabe apreciar la delicia de la buena música. Las melodías delicadas y sùtiles son las que más abundan en el álbum, junto con los ambientes tranquilos y pausados. Lo dicho, sólo apto para los amantes de la música en general, y que ningún fan de Skizoo tenga la esperanza de que Morti continue en este disco por su sendero más metalero, porque, dentro de su complejo mundo, igual que en el de otros muchos grandes músicos, hay espacio para absolutamente todo.