Tras dos años de pandemia e incertidumbre, la vuelta a la «normalidad» se agradece y bastante. Y lo señalo entre comillas, porque aún queda camino por andar y debemos estar alertas, pero es un nuevo comienzo, como he titulado esta primera reseña del famoso festival francés Hellfest que cumple este año por fin su 15 niversario y lo ha celebrado por todo lo alto con una edición doble, de esas que marcan y dejan recuerdo para siempre.
El primer día nos recibe un calor sofocante, 40 grados, lo nunca visto y esto hace que el festival sea «pesado» de llevar, pero prefiero el sol, que la lluvia, además hay sitios para refrescarse y en la zona VIP tenemos la piscina, quieras o no, hasta en eso, se diferencia de otros eventos famosos de Europa.
Se notaba felicidad en la gente, en sus caras llenas de ilusión para volver donde lo habiámos dejado tres años atrás en 2019. Pudimos disfrutar de bandas míticas The Offsprings, Abbath, Primorial, Volbeat, Suicidad Tendencies, At The Gates, por citar solo algunas. En eventos de esta magnitud, se hace complicado ver todo, porque coinciden en horario las bandas o porque no te da tiempo a elegir y debes sacrificar una.
Me quedo con las buenas sensaciones y sonido, como es habitual en este festival, incluyendo mejoras en el sitio, como el suelo pavimentado en la zona de los escenarios principales, en la contratación de buses gratuitos que acercan a los fans a las pertas del festival, todo un detalle. Buses que llevan el diseño y logos del festival.
No ha habido una banda que defraudara, simplemente habrán aquellas que más te gusten o te lleguen, ya que todas las que yo he podido ver han sonido igual o mejor que en sus discos. Yo me quedo con Primordial, por la energía de sus interpretaciones que me traspaso, y en parte se lo debo a su cantante A. A. Nemtheanga. Si ya sus canciones largas te hipnotizan, si además su cantante lo siente y te lo transmite desde el escenario, la química y simbiosis es total. Me lleve un buen recuerdo, mira que no me canso de veros, por eso.
Volbeat cerro por todo o alto con su peculiar y original estilo. Una banda que nunca defrauda y suena genial. Y nos fuimos con la sensación de cansancio y agotamiento, pero con la ilusión de volver el sábado, a por más ya con las baterías cargadas.
Pero sabéis lo mejor, aún queda otro fin de semana, otro festival gemelo esperándonos a la vuelta de la esquina, nunca mejor dicho. Pero esas será otra historia por escribir. Hoy seguimos pellizcándonos, para darnos cuenta que sí, que todo ha vuelto a la normalidad y estamos de nuevo en Hellfest.