Entrevista con Carlos Álvarez

Entrevista con Carlos Álvarez. El músico Carlos Álvarez es conocido por su trayectoria como guitarrista de Dry River, banda que dejó en el pasado 2019. Lo que iba a ser una entrevista en formato convencional acabó derivando en  una entretenida charla donde tratamos muchos temas musicales y de otras índoles. Ponte cómodo y disfruta de esta extensa e interesante entrevista.

Carlos Álvarez: «Me encanta tocar todos los instrumentos, destripar los temas, estudiarlos, hacer la mezcla… es un vicio como cualquier otro, podría estar jugando a la Play Station, pero me ha dado por dedicar mi tiempo a esto, y bueno, luego sale algo que es bastante vistoso».


P: Buenas tardes Carlos, soy Edu de Rock In Spain. Aunque mucha gente que nos lea seguro que te conoce, ¿Puedes explicar para nuestros lectores quién es Carlos Á
lvarez?
Hola Edu, ¡un placer! Soy un tipo al que le gusta muchísimo la música, y llevo ya un montón de años dedicado a ella. Estuve en un grupo de rock progresivo llamado Dry River, que es buenísimo, desde su fundación hasta finales de 2019.  Fue la época donde más aprendí la verdad, lo gocé mucho.

Ahora estoy haciendo cosas por mi cuenta, y me estoy tirando al ruedo con el tema de cantar, aspecto que ya había hecho anteriormente haciendo coros pero en un papel más relajado. Es algo que siempre me había apetecido pero que por unas cosas u otras nunca encontraba el momento, entre otras cosas porque siempre me había dado cierto apuro. Yo pensaba que se me podía dar bien, pero nunca me lo había tomado tan en serio como hasta ahora, y ahí estoy, practicando a saco (risas).

He empezado con versiones para que a la gente no le pille de nuevas, y también porque a modo de aprendizaje las versiones ayudan mucho. Es un paso bisagra hacia mis temas propios, podríamos decir.

P: Creo que está muy bien escogido el título del disco, “Versiones Más de Ayer que de Hoy”. ¿Qué tiene el Ayer en tu espectro musical para llevarse la mayoría de temas?
Hombre, más de ayer van a ser porque sino no serían versiones, serian canciones del futuro (risas). Hablando en serio, el germen y la locura por la música a mí me entró por las bandas de finales de los 60 y 70: The Beatles, Queen, Pink Floyd, The Who, Led Zeppelin… entonces, me pone muy a tope ese tipo de rock más clásico.

La mayor parte de mis influencias musicales vienen de esa época, y de ahí que la mayoría de versiones vayan por ahí.  Aun así, está también Dream Theater, que para mí es el grupo puente entre esos grupos y el metal progresivo. Tengo la sensación que incluso los grupos de ahora que más me gustan, tienen también reminiscencias de esa época.

P:
¿Cuál era el proceso de elección de los temas? ¿Escogías primero el grupo a versionar, o directamente la canción?
La verdad es que cada una tiene su historia. Por ejemplo la de Mecano, “Me cuesta tanto olvidarte”, estaba un día tocando la guitarra y me salió el arreglo de este tema, y dije: “¡esto está muy chulo!”. Quería hacer algo de Mecano y al hacer este arreglo ya opté por escoger este tema.

Con Queen, me apetecía mucho hacer “Somebody to love” porque a nivel vocal era un gran reto, hacer los coros… me planteé grabar “Bohemian Rhapsody” pero la había tocado tantísimas veces que preferí hacer alguna diferente.

P: Considero que no has elegido los mayores hits de esas bandas, sino canciones conocidas pero que no son las más típicas
No sé si es así en los 14 grupos de la lista, pero ya que lo dices, sí, estoy de acuerdo.

 P: Si no estoy equivocado, en el disco tocas todos los instrumentos y grabas todas las voces. ¿Contaste con algún músico adicional o ayuda extra, por ejemplo, en los coros?
En lo musical nada, todo yo en mi casa convirtiéndome en el tipo de la película “Múltiple”, sacando mi talento esquizoide (risas). Para los coros era yo mismo grabándome repetidas veces, y donde sí he recibido ayuda es por ejemplo con el material: yo no tenía una batería potente, así es que un amigo, Sisco, me ha dejado un charles en condiciones, Pedro Corral de Dry River un par de platos buenos, y eso me ha ayudado a grabar con mejor equipo.

Luego también otro amigo músico, Víctor Malasombra, me dejó su bajo, y también me ha ayudado con la masterización Juan Carlos Morcillo. Yo tenía las mezclas hechas, pero al estar solo siempre en mi habitación, en una nube cósmica en la que pierdes la noción de lo que está bien y lo que está mal, viene bien una segunda opinión. Lo hicimos mano a mano y ese aire fresco me vino bien.

Por último, Lidia, mi pareja, fue la cámara que grabó mis vídeos para las redes. Tuvo una paciencia sobrenatural porque soy de repetir varias tomas, igual hasta 15 veces, y hay que tener un carácter especial para soportar esto (risas).  Se lo ha currado mucho.

P: ¿Las versiones compartidas en redes son las mismas que aparecen en el disco?
Básicamente son las mismas. Si que a veces he retocado un poco la mezcla, o he regrabado alguna cosa, pero nada, están prácticamente igual. Lo que subí era prácticamente la versión definitiva.
Lo único es que estos vídeos se suelen ver con el móvil y eso hace que a nivel de sonido no se aprecie bien todo el curro que hay detrás.

 P: ¿Qué ventajas y desventajas tiene grabar un disco de manera autónoma, respecto a hacerlo con una banda al uso?
Hombre, yo creo que compartir es siempre más guay, ahí no tengo dudas. Yo, lo que pasa es que llevaba muchos años en un grupo y es como que de repente te apetece el otro extremo, pero esto de la música acaba siendo por lo general algo cooperativo, y aunque este disco me lo he hecho solo, la idea es acabar formando equipo.

Sobre tu pregunta concreta, las dos cosas tienen ventajas y desventajas: el poder salir de tu burbuja y que alguien te dé una visión externa enriquece mucho el resultado, pero al hacerlo solo tienes la ventaja que tú marcas los tiempos, no sientes que nadie tiene que adaptarse a ti ni tú a nadie, ese punto de libertad es chulo.

Yo además disfruto mucho del proceso: me encanta tocar todos los instrumentos, destripar los temas, estudiarlos, hacer la mezcla que es algo que me flipa mucho… es un vicio como cualquier otro, podría estar jugando a la Play Station, pero me ha dado por dedicar mi tiempo a esto, y bueno, luego sale algo que es bastante vistoso.

P: Al final, tu talento para la música y ese trabajo se ve reflejado en el resultado de tu obra.
Gracias por lo del talento, pero ese superávit en lo musical, lo compenso en otros aspectos donde soy un fiasco de persona (risas).

P: ¿Cuál de las canciones del disco te supuso mayor dificultad en lo musical y cual en lo vocal?
En lo instrumental sin duda “The Spirit Carries On” de Dream Theater, por la batería. Es el instrumento donde más justito voy, me encanta pero me falta mucho camino por recorrer, y Dream Theater ya te puedes imaginar el delirio que son sus baterías… y aun así me la he llevado a mi rollo simplificándola. Me costó 3 días grabar las baterías de este tema, y acabé lleno de rozaduras, con sangre… terminando de grabarla con unos guantes porque el dolor era terrible.

Lo otro lo llevaba más controlado, pero aunque el solo de guitarra lo he tocado muchas veces, cada vez que lo interpreto toca desengrasar porque tiene lo suyo. Tiene partes muy criminales (risas), Dream Theater es deporte de riesgo.

Para las voces, “Somebody to Love”, aunque a Queen los tengo muy trillados y siempre las he cantado en el coche, la he regrabado cuatro veces, hasta la versión definitiva que tenéis en el disco, que era el momento en que ya estaba como a mí me molaba.

Otra podría ser “Baba O Riley”, de The Who. Es una canción que siempre la usaba para hacer ejercicios de voz, y era una canción que me suponía mucha dificultad, era todo un reto. De repente un día me empezó a salir, y dije: Pues la grabo…

 P: Otra de las que más me ha gustado es “Life on Mars. ¿Qué crees que tenía Bowie, y esta canción en concreto, para ser un referente para tantos artistas?
David Bowie era un figura. Si eran los 70 y había que hacer canciones curradísimas con muchísimos acordes te llamaba al pianista de Yes, Rick Wakeman y te hacia un temazo como “Life On Mars” cantada además de puta madre. Era muy artista, lo pilles en la época que lo pilles, siempre hacía lo que sonaba en el momento pero con un punto más.

Incluso si escuchas su último disco antes de morir, ¡eso es música del futuro! (risas),  es un disco donde demuestra que siempre iba un paso por delante. Si nos fijamos, Queen hacía en  1974 canciones de ese tipo, pero es que ¡“Life On Mars” es de 1971!

 P: Fue además de las últimas que grabaste.
Sí, fue la última y a mí también es de las que más me gustan. Además en este tema estrené un piano de pared y eso siempre hace ilusión, no la grabé con un piano eléctrico sino con uno de verdad.

P: Me comentabas que Dream Theater era el grupo que conectaba tus gustos de rock más clásico con los sonidos más duros, pero aparte de ellos, no hay referencias a bandas más heavys que tocábais en los inicios de Dry River como Deep Purple, System of a Down o Barón Rojo. ¿Cuál es tu opinión sobre el heavy metal?
De las bandas que comentas, Deep Purple para mí es rock clásico y me flipan mucho. System of a Down es un grupo que conozco, me gusta, pero lo he escuchado de una manera periférica, son más influencias que venían en este caso por Ángel que le gustaban mucho. Y Barón Rojo, los he escuchado bastante pero sobre todo por David y Ángel. Es decir, estas dos últimas son bandas no las conocí en mi punto de obsesión adolescente por la música sino que me vino a posteriori porque otros compañeros te comentan.

Podríamos decir que no estarían entre mis grupos de cabecera, aunque hay canciones que me gustan mucho. Si me preguntas por música más dura, sí te diría Rainbow que me gustan mucho, o Whitesnake que tienen a David Coverdale que es de mis cantantes favoritos de rock.

P: ¿Pensaste incluir temas de estas bandas más duras?
No, porque realmente en este disco quería ir a la raíz, los temas que más me impactaron en una edad más temprana, de los 15 a los 20 años.

P: ¿Alguna canción que intentaras versionar y no acabara viendo la luz en este disco?
Sí, hay algunas que se quedaron a medio grabar porque a mitad te entra otro tema que te apetece más y el anterior se queda por rematar (risas). Tengo por ejemplo “Bijou” de Queen, hice una versión que me curré bastante, le metí batería… solo quedaba mezclarla pero me entró otra canción (no recuerdo cual), y se me quedó ahí a medio mezclar. Me pasó lo mismo con “We Are The Champions”, grabé la batería, la voz donde me quedé súper contento, y de repente me puse con otro tema y se quedó ahí (risas).

Por otro lado, voy subiendo también a redes sociales por alimentar al mono (risas), versiones cortitas a piano y voz como “Lazing on a Sunday afternoon” también de Queen.
Hay que tener en cuenta que antes de grabar estas 14 versiones con instrumentación completa (guitarras, bajo, batería…), grabé muchas en formato acústico, te hablo antes de la pandemia, por ejemplo: “Don’t Stop Me Now”, “Is This The World We Created”, “Love of My Life”… De hecho, con el código QR del disco se podrá acceder a un disco secreto llamado “versiones caras B” y ahí aparece “Is This The Word We Created”.

P: En el proceso de composición y posterior grabación, ¿Cómo sabes que una canción está finalizada, y no necesita más vueltas de tuerca?
Buena pregunta. No lo sé, yo en esto tengo poco freno, voy haciendo y un día de repente te viene la intuición de decir: ya está bien. En la cabeza tienes una idea, por el camino te vas acercando o alejando, y un día esa brújula interna te dice: ya está. En el caso del disco de versiones, como tenía un tiempo de 15 días para los vídeos, me servía además para saber cuándo parar.

P: Pude charlar hace unos meses con tu excompañero Ángel, cantante de Dry River y me comentó que tu salida del grupo fue “un mazazo muy gordo por tantos años compartidos juntos”. ¿Echas de menos esa época con el grupo?
Sí, leí la entrevista. Claro que echo de menos esa época, fueron años donde Dry River era el centro de mi vida prácticamente y si dijera que no lo echo de menos mentiría. Es más, me acuerdo de Dry River todos los días, igual en un futuro llega un día en que me deje de acordar pero es que es lo normal, han sido muchos años y muchas cosas bonitas que han pasado.

De todas maneras la vida tiene estas cosas, a veces tienes que cambiar de dirección para continuar. Yo en Dry River estaba muy sobreimplicado y al final esa implicación no la supe gestionar y me saturé. Ocupaba demasiado espacio allí, era un ritmo muy frenético y necesitaba un poco de tranquilidad, de sosegarme y aterrizar en la tierra.

Si ya por mi naturaleza suelo estar un poco en las nubes, en esos años tan frenéticos estaba en otra galaxia directamente (risas) y necesitaba retomar cuestiones cotidianas, prestar más atención a las conversaciones con la gente que me rodea…

Y además está guay que ese hueco que he dejado allí ahora lo puedan disfrutar otras personas.

Entiendo que fue un shock para todos, pero de este tipo de situaciones hay que intentar sacar el lado positivo. Dry River están a tope con el grupo, yo me he podido tirar al ruedo con lo de cantar, y además hay otro proyecto muy molón cociéndose. En resumen, de la separación pueden salir 3 proyectos interesantes para los fans.

P: En lo musical, de tu legado en Dry River, ¿algún tema del que estés especialmente orgulloso?
Me va a faltar el aire” sería uno de ellos por varios motivos. En lo musical quedó muy chulo, en lo emocional cuenta cosas que pasaban por aquella época en mi cabeza, y también por lo que supuso para el grupo, ya que fue un tema muy importante para la carrera de Dry River.

Te diría también “Bajo Control”, me acuerdo que musicalmente era un frenesí eso, y diría también “La Llave del Sol”, era un tema que tenía Ángel al que metimos mano para “El circo de la Tierra”. Me gusta mucho la versión del último directo (“DC”) en modo acústico.

P: Yo sigo fascinado con “¿Cuánto Vales tú?”, me parece que son 8 canciones en una.
Sí sí, esa es una maravilla. Yo me acuerdo que era de una demo que tenía Ángel en un rollo entre punk y System of A Down, y acabo derivando en una fantasía multiestilística. Para este tema grabamos marimbas, tubas… para el arreglo final del tema. Llamé hasta músicos de la banda de mi pueblo, Villafranca del Cid, y es como dices, son muchas canciones en una. La verdad es que ahí hubo inspiración (risas).

P: Volviendo al disco, comentas que pese a ser un disco de versiones, tienes ya en camino temas propios que verán la luz en unos meses.
Sí, he ido acumulando y tengo un poco de superávit, ahora falta ordenarlos: a unos les falta la letra, a otros un poco de estructura…y bueno, con calma. Si a final de año pudiera sacar un disco con temas propios sería maravilloso, sino al otro. Voy con la calma de un señor mayor (risas). Intento no perder el disfrute nuclear de la música, el levantarte a hacer música y ser feliz, eso es mi tesoro.

Estos temas nuevos que comentas, ¿Siguen algún patrón musical que se pueda deducir de este disco de versiones? ¿Quizá siga la onda de Dry River?
Es difícil contestar porque cuando tienes el corazón de la canción con voz y guitarra, luego puedes arreglarlo como quieras: más metal, más rock, más progresivo… el paso para arreglarlos todavía no lo he dado así es que aún no lo sé. De todas maneras, en mi proyecto personal el factor metal no va a estar presente, va a ir en la onda de los 60-70, con un sonido similar al de este disco de versiones. Ojo, digo eso y luego igual cambia, pero esa onda es mi intención.

P: No me ha quedado claro escuchándote, si tu siguiente disco en solitario con temas propios será grabado también por ti únicamente, o si contarás con otros músicos
En ese disco seguro que contaré con un batería y un bajo, que no grabaré yo. La guitarra y el piano, a veces pienso que molaría que lo grabara quien vaya a tocar en directo, pero como son mis instrumentos seguramente por esto de ser pejiguero acabe grabándolos yo (risas).

P: Comentabas antes sobre otro proyecto adicional que tienes en mente. No sé si puedes contarnos más detalles
Sí, es un proyecto que comparto con Pedro Corral, batería de Dry River. En este caso la línea estilística sí que es más cercana al rock progresivo contundente, más en la onda de lo que hice en Dry River. Todavía no tenemos claro cuál va a ser el empaque, pero hay bastante curro de composición avanzado. Los temas que van saliendo son muy variados y muy ricos a nivel musical. Llevamos varios de más de 8 minutos.

De momento estamos componiendo en mi pueblo, y vamos acumulando temazos muy motivantes. Ya os iremos contando. 🙂

P: ¿Puedes ganarte la vida con la música?
Sí, bueno, lo que me sostiene económicamente son las clases, por suerte con la pandemia han continuado, y también estoy como técnico de sonido en una orquesta, a través de Juan Carlos que es el técnico de sonido de Dry River.  Pero claro este segundo trabajo ahora está parado… Mi jugada básicamente es realizar los trabajos remunerados mínimos para poder subsistir, y tener el mayor tiempo posible para dedicarle a mi música y las cosas que me apetecen hacer. No necesito mucho para vivir sino tiempo para mis movidas.

¿Qué ideas tienes sobre llevar al directo tus temas en solitario?
De cara a llevar mis temas en solitario al directo, sucederá cuando saque disco con canciones propias, este de versiones en principio no llevo idea de mostrarlo, siendo además que ahora no es muy posible. Esto no quita que cuando lleguen los conciertos caiga alguna versión de este disco, por supuesto. Mi idea es rodearme de una banda guay, de colegas, por ahora estoy yo a mi bola pero llegado a ese punto, sí que recurriré a compañeros que quieran salir a tocar mi movida.

P: ¿Echas de menos los conciertos?
Bueno, realmente yo es que con los conciertos tengo una relación de amor-odio. Me encantan, las experiencias que he tenido siempre han sido positivas, pero soy más rata de estudio. De hecho, me ha pasado siempre que una vez he grabado los temas y los he tocado tres o cuatro veces en directo, me canso y me apetece hacer algo nuevo. El confinamiento lo he llevado bien en ese aspecto porque aunque disfruto del directo, el estudio y estar componiendo y arreglando las canciones es donde me encuentro como pez en el agua.

P: Entendiendo lo que comentas, estar arriba en el escenario y ver a tanta gente aplaudiéndote debe ser una sensación única.
Sí, está guay, aunque yo con la exposición no estoy 100% cómodo. Que alguien disfrute con la música que yo hago me parece maravilloso, pero la manera de gestionarlo no es que acabe de saber llevarla, y eso que estando en Dry River he aprendido a soltarme mucho más y conseguir ser uno mismo en el escenario, sin retraerme ni un pelo.

P: Tenéis una comunidad en redes, con el Dry River FAN-FI Club que es muy fiel tanto a Dry River como a Carlos Álvarez actualmente. ¿Qué significa esto para ti?
La verdad es que son alucinantes. Ya con Dry River se portaban genial, pero con este nuevo camino que he tomado la verdad es que me han acogido muy bien, le han dado difusión, me han escrito… yo por mi parte gratitud infinita hacia ellos.

Con algunos de vez en cuando me escribo, me comentan cosas… hay muy buen rollo, son muy buena gente.

P: Por último, ¿Algún disco que hayas escuchado recientemente y quieras recomendar a nuestros lectores?
El último de Luis Prado, “El Tsunami emocional”. Letras maravillosas, música muy currada, es un disco de pop-rock muy recomendable. También el “Djesse Vol.3” de Jacob Collier, está muy bien.

¡Muchas gracias por atender a RockInSpain, y enhorabuena por este gran álbum de versiones!

Gracias a ti Edu, por tu confianza en el proyecto y tu tiempo. ¡Un abrazo!

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