TIPARRAKERS «Muy fuerte»

988849_1532317320355120_6075435601616660611_nPodemos dedicar bonitas y poéticas palabras a lo que significa el rock and roll. Tirar de clichés y tópicos que quedan de puta madre de cara a la galería, aunque sean ciertos de alguna manera, ponernos sentimentales y asegurar que la vida se nos va detrás de una canción. Podemos rodearlo de lujos y miserias, si tienes la suerte de ser un rock star, de historias de esas que se cuentan con morbo en la barra de un bar. Podemos añadirles ideales, aunque sean aquellos de «vive rápido y tendrás un bonito cadáver», engalanarlo con adornos viscerales y veinte mil declaraciones de amor. Pero de verdad, ¿qué carajo es el rock and roll?, cuando todo lo superfluo queda fuera, no es más que gente tocando música con honestidad desde el corazón, o desde los cojones, ¿por qué no?

De esto mis admirados Tiparrakers saben cantidad. Lo suyo es la supervivencia a base de fe y ganas, y de una música tan ácida y cruda como el corte en la cara con un vaso roto. Ellos han tendido un puente desde Bilbao a Melbourne, pasando por N.Y. o Detroit, y por el camino han demostrado la necesidad de seguir creyendo en los Celibate Rifles o en los Angels. Las florituras están muy bien cuando llega el caso pero a la hora de la verdad lo que necesitas es solo el puto rock and roll visceral y en eso estos tipos son expertos porque son unos luchadores natos que llevan peleando desde hace ya un puñado de años. Y sí,  me declaro un puto fan de estos tipos, desde aquel Delirio Tóxico que me convirtió en un Tiparraker para toda la vida, oiga.

Lo de estos tíos es punk rock, rock and roll con mala leche o como queráis llamarlo. Siempre les he notado un ramalazo del rock australiano más fuerte, reverencias a los Ramones y por que no, a MC5 o los Stooges, y por supuesto esa actitud de la zona norte que no falte, junto a unas letras que huyen de la crítica directa para centrarse en esta pero con jugo en sus letras. Abren a toda mecha con «Enemigos todos«, donde van mostrando que no están dispuesto a dejar títeres con cabeza. «J. Jimenez»  habla de plantar cara al capital y a sus máximos exponentes a pie de calle, que son las sucursales bancarias. «Mundo raro« tiene unas guitarras cojonudas, y reparte leña a esos que se creen los amos del mundo por tener dos minutos de gloria.

Repaso al mundo de los toros, que yo firmó cada palabra con «Sangre y mierda» y nos vamos a las calles de cualquier gran ciudad yankee, en «Crimen organizado« con un estribillo de puta madre, de esos que terminas gritando a pleno pulmón. «Encapsulado« tiene un rollo a rock más clásico, a ese punk rock primigenio. Brillante la letra de «Gama alta« dedicada a aquellos que prestan más atención a su coche que a su parienta. Rápida es «Leche de burra«, recordándonos a todos esos nuevos «famosos» por quién sabe qué, que pululan por platós de televisión. Para cerrar, nostalgia de la mano de «Melón abierto« donde hacen gala de una melodía de mucha nota. En definitiva, un muy buen disco de Tiparrakers que deberías de pillar, prívate de un par de cubatas este sábado y échate este Muy fuerte al bolsillo. ¡Unos grandes!

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Tracklist:

  1. Enemigos todos
  2. J. Jimenez
  3. Mundo raro
  4. Sangre y mierda
  5. Crimen organizado
  6. Encapsulado
  7. Gama alta
  8. Leche de burra
  9. Melón abierto

Miembros

Andrei: voces
David: batería
Jokin: guitarra
Jero: bajo
Iker:guitarra

 

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