El pop es lo que tiene, es como los caramelos “sugus”. Te compras un surtido y los saboreas uno a uno, disfrutando del sabor dulce y afrutado de cada pieza. Algunos no quieres que se acaben nunca (yo era fan de los de piña, que venían curiosamente dentro de envoltorios de color azul), de forma que eras capaz de repetir de sabor dos y tres veces antes de destapar un papel de distinto color.
El pop es lo que tiene, es como los caramelos “sugus”. Te compras un surtido y los saboreas uno a uno, disfrutando del sabor dulce y afrutado de cada pieza. Algunos no quieres que se acaben nunca (yo era fan de los de piña, que venían curiosamente dentro de envoltorios de color azul), de forma que eras capaz de repetir de sabor dos y tres veces antes de destapar un papel de distinto color. Otros los masticabas deprisa y sin pasión pensando ya en la fruta con la que estaría hecha el siguiente de la bolsa.
Rachelle Musik nos ofrece una caja de diez caramelos con colores y sabores reconocibles pero con marca registrada. Dentro de los impecables envoltorios encontramos aromas a The Beautiful South con un toque country, suculentos pedacitos de Belle and Sebastian bañados en folk o crocantis de Saint Etienne rellenos de indie pop (He She They). Incluso hay un dulce especial del cual emana una familiar fragancia a The Corrs nada más destaparlo (How I Wish). Sin embargo, todos van recubiertos de la suave y delicada capa de azúcar que es la voz de Raquel Díaz, verdadera artesana de tan precisos y preciosos caramelos, quien ha ideado cada pieza, ha trabajado cada ingrediente y ha producido todo el proceso de fabricación. Eso sí, para ello se ha rodeado de su Musik Band y la inestimable colaboración de otros músicos en guitarras, coros, harmónicas, piano o viola. El producto final, además, apunta a la expansión internacional ya que todo él está concebido en inglés.
Siempre defiendo la sencillez, término este tan opuesto al simplismo, que es tan de detestar. Y es que hacer un buen disco de “easy listening” no es tan “easy”. Como te salgas del guión acabas haciendo un ridículo tal que a tu lado El Sueño de Morfeo parecerían The Mamas and The Papas. Pero no, Rachelle Musik, que es el nombre artístico de nuestra protagonista, no quiere imitar a su tocaya, la irritante y morfeística Raquel Del Rosario y hace gala de una excelente capacidad vocal sin tener que dar un grito y sin caer en la monotonía de quien quiere explotar su don sin reparar que en su laringe hay unas cosas que se llaman cuerdas vocales.
Si escuchas el single I Swore con el que se abre el álbum, vas a creer que su sencillez impregnará el resto de temas y en el tercero ya te habrás dormido. Pero no. The Wolf And The Girl es lo suficientemente variado como para mantener el interés de principio a fin. Desde luego que nadie espere ni de lejos la más mínima estridencia. Eso sería como untar los «sugus» con mermelada de cacahuete. Y todo el mundo sabe qué es un «sugus». Quien busque hard-rock que se compre un canasto de almendras garrapiñadas.
Enlaces:
Tracklist:
- I Swore
- The Wolf & The Girl
- Another Glass Of WIne
- On The Road
- She, He: They
- It’s Raining
- Lonely and Dead
- How I Wish
- A Long Time
- Oh, oh
Qué pasada de reseña, preciosa ¡muchísimas gracias, Victor y RockinSpain! Además, casualidades de la vida, mis caramelos preferidos siempre fueron los Sugus xD
Dejo aquí el enlace a Spotify para quien quiera escuchar el álbum: http://open.spotify.com/album/6kcWNYsC5OM6dN59n7YPW4
Y la página web, por si alguien quiere asomarse: http://www.rachellemusik.com
Saludos y gracias de nuevo 🙂