
Hemos de reconocer que editar temas tan ochenteros como «La fuerza por la boca» o «Niño probeta del 84» no deja de ser la constatación del indudable atrevimiento del artista. Que en «Ojos de niña y mundo» nos recuerde a Neil Young o que en «Espectros del COVID» se pase al country nos encanta. Los más rockeros preferirán «Enjambres de diamantes» por su elegancia. Nos quedamos con «Yo maté al ruiseñor» por aglutinar el amplio concepto del rock del compositor.
Si te gusta el rock español, y pensabas que apenas quedan músicos interesantes por descubrir, apuesta por un disco casi perfecto en el que podrás reconciliarte con el género y que confirma que el futuro de este tipo de música está totalmente garantizado en nuestro país.