Carlos, guitarrista de la banda Gryal, nos recuerda un disco de la gran dama del metal Doro Pesch. Su segundo disco de estudio dio unos de sus temas más conocidos.
«Burning the witches” fue el primer disco oficial de Warlock en 1984. En él encontramos a la formación original, aunque no durante muchos discos, Peter Szigeti y Rudy Graf (Guitarras), Frank Rittel (Bajo), Michael Eurich (Batería), y a la voz Doro Pesch, sello de identidad de la banda por su peculiar textura vocal.
Si te descuidas un momento puedes pensar que “Dark fade” es un cambio de tercio del mismo “After the bomb”, pues empieza con un solo demoledor arropado por un riff principal y enseguida entra un fraseo con intención, casi como si fuera el segundo del tema en lugar del primero. Este corte tiene una entrada al puente perfecta, me atrevería a decir que es la madre de las entradas a los puentes de los grupos de los 90 y tiene un interludio bastante original que rompe la monotonía habitual fraseo-puente-estribillo. Es genial.
“Homicide rocker” empieza con otro solo de guitarra introducido por la batería de Michael y conserva la estructura clásica con apoyos en el estribillo, es de esos momentos en los que gritas los coros con la banda cuando estás en un directo… no me canso de escucharlos.
El quinto tema, “Without you”, es la balada del “Burning”. Doro lo hace perfecto, simplemente perfecto. Es una melodía casi recitada que parece que va a romper tras el primer fraseo pero mantiene la tensión una segunda estrofa y entonces sí… “Oh, I had to leave you, but I cannot, cannot forget you, I want you, I want you, I want you”. La guinda del pastel corre de cuenta de un gran trabajo por parte de Peter y Rudy que, tanto a nivel rítmico como solista, demuestran un gusto sin par. Desde luego a estos dos no les temblaba el pulso.
Tras este track, “Metal racer” hace honor a su nombre siendo uno de los temas más rápidos del disco, un riff muy expresado, una voz atropellada, una batería con mucha caja y un gran solo, ¿qué más se le puede pedir a la vida?
Y cómo no el séptimo corte, “Burning the witches”, no es por nada que le da nombre al álbum. Comienza con la base rítmica del estribillo y da paso a uno de los riffs más poderosos que he escuchado. Es muy pesado, contundente incluso, tiene mucha fuerza y su éxito está en la sencillez con la que se presenta, así, crudo, elemental y primario… puro instinto.
“Hateful guy” sorprende aún estando al final del disco. El bajo y la batería abren fuego, guitarras después y un grito sin más da paso al tema, que incluye entre otras cosas una melodía de voz algo distinta a lo escuchado hasta ahora, se intuye un doble bombo en el estribillo. En fin y como suele decirse, es canela en rama.
Acabamos con un medio tiempo, “Holding me”, un buen tema y una forma extraña de despedirse. La ausencia de fiereza por parte de las guitarras deja con ganas de más cuando se acaba el corte, además termina de forma un poco brusca. Quizá este habría sido un buen track seis, pero para el final del disco y viendo la progresión de todo el trabajo deja un poco despagado. El tema no tiene desperdicio pero, en mi opinión, está colocado en un lugar que no le corresponde. Habría brillado más un poco antes.
Tracklist:
01. Sign of Satan
02. After the Bomb
03. Dark Fade
04. Homicide Rocker
05. Without You
06. Metal Racer
07. Burning The Witches
08. Hateful Guy
09. Holding Me
Miembros:
Peter Szigeti (Guitarras)
Rudy Graf (Guitarras)
Frank Rittel (Bajo)
Michael Eurich (Batería)
Doro Pesch (Voz)
Carlos (Guitarra de Gryal)
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