El gran vocalista de PRIMAL FEAR saca un disco en solitario y uno podría esperarse un alarde vocal sin precedentes pero no ha sido del todo así aunque sigue demostrando que es un auténtico Dios del Metal.
Con el gusto “exquisito” que el amigo Ralf tiene para las baladas (su voz es tan poderosa y aguda que es capaz de destripar a los demonios del infierno en los temas cañeros y a la vez usar la ternura para conmover a las doncellas con las baladas más pomposas) y sabiendo que milita al frente de una banda tan metalero y cañera como Primal Fear, uno también podría esperarse un plástico lento y ñoño con el único interés de hacer vibrar su espléndida voz y alejarse por momentos de su carrera actual.
Después de escuchar este disco podemos decir que no es ni una cosa ni la otra sino un auténtico trabajo de Heavy Metal, más cercano a su banda Primal Fear que a otra cosa, a pesar de que tenga reminiscencias a otras bandas en las que ha estado (¿Os suena Gamma Ray?). De hecho, muchos de estos temas podrían tener cabida en cualquier disco de Primal Fear, por el sonido, por las composiciones, otra cosa es que Matt le haya dicho que saque un disco con sus propios temas y no intoxique la trayectoria de Primal Fear J
Lo que podemos decir que es cierto es que Ralf Sheepers podría haber pasado sin este disco porque es mas de lo mismo de lo que ha estado haciendo los últimos años y no aporta nada extraordinario es su carrera salvo quitarse la espinita de sacar un redondo con sus propios temas lo cual, como músico, debe ser formidable.
El trabajo, producido por Matt Sinner, tiene sus “pequeñas trampas”, que se convierten en interesantes anzuelos para que compremos el producto y es que después de la buena producción conseguida (¿A que puede sonar este disco?) con guitarras y melodías muy primalfereras, tenemos varias colaboraciones que hacen el trabajo más atractivo.
Por un lado, la voz de Tim “Ripper” Owens: en “Remission of Sin”, un tema muy heavy de ritmo machacón o las colaboraciones de guitarra de Mike Chlasciak, Alex Beyrodt; Kai Hansen y Victor Smolski, que no es moco de pavo. Unido a esto tenemos “Saints Of The Rock”, una versión de TYRAN PACE (Antigua banda de Ralf) y la versión acústica de “Befote The Dawn” de los magníficos Judas Priest.
Si amas a los Primal Fear… este disco va a recordarte mucho a ellos, quizá demasiado, pero es que la voz de Ralf no solamente es inconfundible sino que las composiciones, salvo rarezas y detalles sorprendentes, tiran en esa dirección y de qué manera.
Un disco más de PRIMAL FEAR bajo el nombre de “Sheepers” por lo que si estás un poco harto de la banda no te recomiendo para nada este trabajo. Hacer prácticamente lo mismo que brinda uno en su banda no sé si es buena idea pero si no tiene oportunidad de expresarse con sus temas en otros lugares… aquí por lo menos manda él y la verdad es que si bien las composiciones de Matt Sinner son bastante mejores…, el amigo Ralf tampoco lo hace mal.
Y, para acabar, decir que este tipo está en una forma excepcional. Quizá no llega a los registros agudos de antaño pero a uno se le pone la carne de gallina con la poderosa voz que tiene, con ese timbre de voz que es capaz de apagar, de un rugido, las inmensas llamaradas del infierno, Si yo fuera el diablo comenzaría a preocuparme…
José Manuel Durán «Rain»
