«Fuzz Universe» es el tema que abre el tercer disco completamente instrumental del genio Paul Gilbert que arrasa con todo. Después de varios discos en solitario donde el shredder de Illinois (ya no es tan shredder) se paseó por derroteros que abarcaban metal, rock, jazz, new age e intimismo acústico, Gilbert está de vuelta al género que le vió nacer en sus primeros días con los metaleros Racer X: el Hard Rock (eso sí mezclando varios estilos, como virtuoso que es, para hacerlo más entretenido…sobre todo para él).
«Olympic» son seis minutos de puro virtuosismo a ritmo de arpegios cristalinos como sólo los mejores pueden llegar a interpretar (…y me refiero a los dos o tres mejores nada más), perfecto. En «Count Juan Chutrifo» se marca alocadas progresiones con wah para seguir con una interminable sucesión de notas clásicas, emulando al maestro Bach, donde te quedas esperando ansioso el final sólo para comprobar hasta dónde es capaz de llegar el virtuoso Gilbert con su depurada técnica, increíble.
Gustará a los adictos a los discos instrumentales de guitarristas técnicos (me refiero a lo Vai, Satriani o Jorge Salán) y también a aquellos que quieran pasar un buen rato escuchando a un maestro de las sies cuerdas tocando temas Hard con una visión increíble para la melodía. Estos últimos escuchad la Van Haleniana «Will My Screen Door Stop Neptuno» (vaya título) o la deliciosamente melódica «Propeller» con ese ritmo facilón (hasta bailable!!! con un groove superfunky). «Plastic Dracula» nos devuelve a los sonidos rockeros, me recuerda a los tiempos en los que la factoría de Mike Varney descubría virtuosos de las seis cuerdas sin descanso. «Blowtorch» se acerca más al sonido de Vinnie Moore en solitario (otro de la escuela Varney).
Para los que ya le conozcáis no voy a descubriros nada, Paul Gilbert toca en este trabajo como lo solía hacer en Mr. Big pero en su propio entorno musical (Mr. Big nunca habrían compuesto un tema como el sesentero «Batter Up» más propio de Brian Setzer y su Orquesta) y para los que no le conozcan, altamente recomendado.
Un delicioso disco instrumental con toneladas de melodía y una energía hardrockera aplastante. Paul is back.