Una de las verdades más ciertas del mundo en el que vivimos, es que la primera impresión de algo cuando entra por nuestros ojos es muy decisiva. Ya sea desde el momento en que conocemos a una persona por primera vez, y sin darnos cuenta ya le hemos analizado instantáneamente su forma de vestir o su pelo, hasta el diseño de la bolsa de patatas fritas que te vas a comprar en el supermercado. Para todo, la primera impresión nos marca y como es obvio, esto en el mundo del Rock también pasa. Sino mirar todos en vuestra colección el disco de Hammerfall que os comprasteis con 14 años porque en la portada había un tío con un hacha gigantesca.
Todos hemos escuchado alguna vez el dicho de «No juzgues un libro por su portada», pero es inevitable hacerlo. Y cuando a mi me llegó el encargo de reseñar el disco de una nueva banda llamada Sapata procedente de Finlandia y leí por encima que hacían Doom mientras veía su portada, pensé: «Puff, denso, oscuro y sin sorpresas porque vaya portada más mala». Y ya cuando me fijé en el nombre del álbum, Satanibator, ya no sabía donde meterme. Pero una vez empezó a sonar el disco, vi que una vez más me habían dado una lección. Vaya maravilla de trabajo.
Bueno, lo primero que tengo que decir sobre Sapata es que su estilo no es el Doom puro. Si que su música es lenta y densa, pero mestizada con rock y mucha psicodelía consiguiendo un punto intermedio entre ambos caminos. Pero sin duda, su mayor arma y lo que lo hace realmente adictivo es su voz, ¡y que voz!. Una voz femenina que tanto se esta poniendo de moda en un género en el que parecía una competición a ver quien tenía el gutural más grave y áspero. Ya me gusto el toque que le daba una cantante femenina al Doom, cuando escuche por primera vez Avatarium. Pero, sin intención de comparar los grupos, la voz rota de Saara Šamane en las dos primeras canciones de este disco Gobi y Styx, me dejó la piel de gallina literalmente, sobretodo en la parte final de la segunda, en la que no tengo ninguna duda que es el mejor tema del álbum. El disco sigue muy bien la pegadiza MMD, muy dulce y sinuosa al tempo lento marcado por la batería, mientras la voz y la guitarra se van intercambiando los papeles protagonistas, el estribillo que tararearas al cabo de un rato por tu casa es difícil de quitar luego, yo aviso. Ararat, sigue la misma tónica de canción, delicada pero que va creciendo hasta la parte final en donde aparecen coros que le dan mucha fuerza, también hay que mentar esos mini pasajes instrumentales por donde aparece la psicodelía, algo que se nota que han mamado a lo largo de su vida en sus influencias musicales.
La palabra Sapata hace referencia a una antigua ceremonia mitológica de amor y muerte, donde se bailaba a los muertos en los antiguos templos. En las propias palabras de la banda, «Sapata» son ondas sonoras de vida y muerte, alegría y dolor. Y la canción Sex Magic, es la mejor forma que tienen de expresar lo que quieren decir y expresar con su música. El álbum se va cerrando con Death Depression Life, que como su nombre indica, es el tema más oscuro y con la instrumentación más agresiva del trabajo, con la batería lenta pero incesante jugando con los platos. Aun que también hay espacio para el color en el solo de guitarra. Full Power marca el final al ritmo de rock and roll, el track más animado y enérgico de todos, donde la voz vuelve a sobresalir a un nivel sobresaliente. Una cantidad de detalles a la instrumentación que hace que no haya un mejor sabor de boca para cerrar esto. Yo sin duda, me lo volví a poner el disco otra vez.
Muy recomendable este trabajo. Uno de los que más me esta gustando de lo que va de año, fresco, diferente y por desgracia, poco conocido. Aunque, los setenta vuelven a estar de moda, así que ojala una gira por el país taloneando a Blues Pills. ¿Que no? escuchate el disco sino.
Enlaces:
Tracklist:
- Gobi
- Styx
- I The Messenger
- MDD
- Ararat
- Sex Magic
- Death Depression Life
- Full Power
Miembros:
TT Suosalo – Bajo
Felix Voltti – Guitarra
Anttu Puutio – Batería