Caligula’s Horse no tiene techo. Esa es la afirmación con la que comienzo esta reseña del cuarto álbum de los australianos, titulado In Contact. Este es el segundo trabajo de la banda que saca con el sello alemán Inse Out, que no dudó en ficharlos por todo el ruido que estaba haciendo con sus primeros discos en Australia. País que me atrevería a decir que está sacando las bandas más interesantes del panorama musical actualmente (hoy me he levantado con ganas de hacer afirmaciones). Y es que cada obra que sacan es mejor que la anterior. Caligula’s Horse no se anda con tonterias y cuida cada uno de los detalles de su obra, se influencia de bandas referentes y les da una vuelta de rosca para sacar uno de los mejores discos de progressive de este 2017.
In contact son casi una hora exacta de música. Y ya os digo, que sacar sesenta minutos de material, sin aburrir ni un segundo, sin que sobre ninguna parte o alguna canción sea muy complicado. Los australianos se arriesgaron con su idea y tan solo escuchando la primera canción, Dream the Dead, ya se sabe que han acertado de pleno. Ocho minutos de canción donde recopilan toda su esencia, el juego de intensidades entre la instrumentación y una voz apoyada por coros clave de su éxito. En un punto estas dulcemente acariciado por las suaves melodías de las guitarras y en un instante estas rodeado de una marea de riffs y golpes de batería que te arrolla. Pero no de una manera agresiva, simplemente intensa. Y es que esta habilidad camaleónica de jugar con las intensidades y los momentos es la mejor arma de Caligula’s Horse. Pueden salirte con Will song (Let the Colours Run) con un sonido más metal moderno, donde los tempos recuerdan mucho a mis queridos Leprous. Pero en cambio en ese juego de voces con respuestas puede sonar a los londinenses Haken, sin ningún problema. Sin duda, uno de los cortes que más gustará. Y sin darnos cuenta, suena The Hands Are The Hardest luminosa y frágil como el cristal, donde la voz es protagonista. Otro ejemplo claro de este juego de intensidades puede verse en Love Conquers All con una base de electrónica muy sutil, con la que no me extrañaría, ni me importaría que siguiesen jugando en próximos trabajos y de repente Songs For No One una montaña rusa que no para de zarandearte.
Me he rodado en mi casa varias veces In Contact para poder hacer la mejor reseña y siempre me venía a la cabeza la misma idea. Cada canción tiene su personalidad. Cada vez que suena un tema, no puedes evitar tararear alguna parte o esperar ese detalle que te sorprende la primera vez que la escuchaste. Esa es la razón por la que califico tan alto este álbum. Esa dulzura y delicadeza que se respira a lo largo de la obra y que es tan poco común en el Metal actual, en el que la agresividad y la rudeza es lo que marca el camino. Como cuando Jeff Buckley sacó Grace en 1994, un momento en el que el grunge y lo sucio copaban cada espacio de las radios. Los australianos consiguen eso mismo precisamente, haciendo que canciones como Capulet, un tema acústico, encaje a la perfección en el conjunto sin aburrir. Tan solo quedarte embobado mientras suena. En la parte final del disco nos encontramos con Inertia ant the Weapon of the Wall un monólogo que despotrica de forma poética sobre la vida de una manera rabiosa. Merece la pena escucharlo atentamente. Y ya tan solo quedan las dos últimas canciones The Cannon’s Mounth con ese golpe en la mesa con los coros y bases percutivas que hacen inevitable no menear la cabeza sin cesar. El broche final es Graves pero antes de quedarnos huérfanos una vez acabe el álbum. Caligula’s Horse nos recuerda que es una banda de progressive y tenemos por delante aún, un tema de quince minutos, para aferrarnos a el como un clavo ardiendo. A destacar ese saxo en los momentos puntuales, el resto de detalles, mejor os dejo que los descubráis vosotros al escucharlo.
Hacía tiempo que no reseñaba un trabajo tan bueno. Yo soy un amante acérrimo del Progressive y solo he faltado una vez al genial festival de Be prog My Friend en Barcelona y justo fue el año pasado, cuando ellos actuaban. Así que me queda pendiente verles en directo, aunque sin duda será la próxima vez que se acerquen por aquí. Espero que os guste tanto como a mí.
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Tracklist:
- Dream the Dead (08:10)
- Will’s Song (Let the Colours Run) (04:43)
- The Hands are the Hardest (04:26)
- Love Conquers All (02:21)
- Songs for No One (07:44)
- Capulet (03:24)
- Fill My Heart (06:42)
- Inertia and the Weapon of the Wall (02:57)
- The Cannon’s Mouth (05:56)
- Graves (15:31)
Músicos:
Jim Grey – Voz
Sam Vallen – Guitarra
Adrian Goleby – Guitarra
Dave Couper – Bajo y voces
Josh Griffin – Batería