SWANS | 15 de Octubre | Apolo (Barcelona)

No hay mejor modo para que una banda se despida que recorrerse el planeta para que sus seguidores se acerquen. Esta táctica ha sido el caso de Michael Gira, que con su mítica manda SWANS, se han acercado a la sala Apolo de Barcelona para dar la traca final a esta formación de la banda. En su interior, encontrabas un público completamente variado y de todas las edades, con ganas de disfrutar de la calidad musical que desprende la banda estadounidense./p>

Previamente a la ansiosa despedida de la banda, quien iba a caldear el ambiente iba a ser BABY DEE. Ante un escenario repleto de instrumentos y amplificadores, se resalta la presencia de un acordeón y unas sillas. Acto seguido, entre un silencio profundo y cuchicheos de curiosidad, aparecen la performance acompañada de un guitarrista. Su música folk, con toques de humor, hipnotizó la sala Apolo de Barcelona. El público quedó atento y poco a poco fue ganando adeptos ya que los aplausos aumentaron al paso que el dúo interpretaba su repertorio.

BABY DEE mostró calidad en el escenario y se mostró agradecida ante su público. Tras su despedida, la sala volvió a brillar para mostrar todo el periplo que SWANS tenían montado. La espera no se hizo larga y los propios músicos salieron al escenario para probar y calentar antes de empezar su show. Un Michael Gira, serio y místico, salió al escenario para dar sus últimos toques a su guitarra antes de dirigirse a su público.

Para muchos era repetir esta experimentación musical después de su visita este mismo verano. Para otros, una novedad en sus sentidos auditivos. La banda se mostró tímida ante el público, muy concentrada en su trabajo, pero recompensando con una calidad sonora extraordinaria. Es evidente que este tipo de música necesita que se escuche con atención, ya que está repleta de detalles sonoros. Todo se escuchaba a la perfección, con una nitidez y una seguridad de calidad.

Debido a la longevidad de las canciones el repertorio se quedó bastante corto, pero su show fue largo. Cada tema iba acompañado con un ambiente lumínico que variaba de color dependiendo de la sensación o expresión que transmite. Todo ese abanico de sensaciones está plasmado en su último lanzamiento, el álbum en vivo llamado “Deliquescence”. No hubo oportunidad de poder escuchar algún clásico. Todo se centró en esta última etapa, en este último trabajo.

Con “The Glowing Man” la banda se despedía de su público ante un mar de aplausos. Una acogida en la que los fieles seguidores necesitaban más de su música, pero sus peticiones no pudieron ser. La sala Apolo se despedía de la banda norteamericana SWANS ante un aforo bastante completo y una jornada musical variopinta. Poco en común, musicalmente hablando, podemos encontrar en ambos proyectos que se ha podido presenciar hoy. Lo que sique se puede destacar es que ambas han mostrado una gran calidad. Michael Gira seguía mostrándose serio, pero se acercó a su micrófono para agradecer a su público por haber asistido hoy y por todo su seguimiento con SWANS.

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