Crónica primer día del Resurrection fest 2022. Con muy buenas sensaciones y con ganas de mucho y todo entrábamos en el recinto del festival para empezar los días oficiales en el Resurrection. La warm-up nos animó el alma y nos dejo extra sensitivos para el festival. ¡A todo que sí!
El incremento de asistentes respecto al día anterior era notable y eso siempre es buena noticia. Comunión con deseos conjuntos y ganas contenidas. Fotos, abrazos y felicitaciones por poder cruzar de nuevo las puertas del festival.
Los nacionales BLAZE OUT abrían mi tour particular. Los catalanes que llevan dando guerra desde 2009 y hoy se presentaban en el Ritual Stage con una notable presencia de sus seguidores fieles que se empezaron a calentar cuando sonó “Shinning Blood”.
Repasando su ya conocido repertorio continuaron el concierto y no se dejaron “Sins” o “Savage Blues”. Habitual como en cada visiti el gran “wall of death”.
SEPULTURA era la primera banda clásica que sonaría hoy en el main stage. Tras el revés de la baja de última hora de su guitarra principal Andreas, los brasileños han decidido seguir con el tour por ello se han presentado en Viveiro incorporando a Jean Patton. Buena resolución.
“Arise” para empezar que no está nada mal y seguido de la clásica “Territory” ya había puesto las zonas centrales a moverse. Aunque los componentes que hoy en día no sean los creadores de los temas clásicos, las canciones de SEPULTURA siguen siendo vigentes y siguen sonando extremadamente bien. Y así lo constató Derrick.
¿Por qué a quien no le gusta escuchar en vivo “Means to end” , “Capital Enslavement” o “Ratamahatta”? Pues a los cuarentones como un servidor mucho. “Roots Bloody Roots” cerraba la actuación de la que fue y quizá sigue siendo la banda más grande de américa latina.
VOMITORY y un poco de death metal me apetecía. Y de ellos los suecos saben un rato. Aunque penalizaba a ADRIFT me decanté por la soberbia musical de Erik y los suyos. Sobre el Ritual Stage de nuevo y quizá con un sol de frente poco usual para ellos empezaban el concierto.
Trans una leve parada en 2013, en 2019 decidieron volver de nuevo a tocar. ¡Es que a ellos les gusta hacerlo juntos! Y a nosotros también que lo hagan. Para demostrarlo, perlitas como “Bloodstained” o “The Dead Awaken” mostraren la pesadez en las guitarras, batería a mil por hora con los hyper blasts y los potentes rifts que dan ese sonido crudo y rasposo que tanto nos gusta. Como siempre poca interactuación, rígidos en los escenarios y poca interactuación, porque saben que su música transmite sola.
Aun con la luz aun muy presente cosa que debería ser punible para escuchar música progresiva, los también suecos Opeth se preparaban para ofrecernos su calidad. Matices, cambios, maestría y complicada simplicidad y un Mikael parlanchín sería una buena definición de OPETH.
Siempre me ha sorprendido Mikael con su voz cuando habla y que potente suena su rugido y que finos suenan sus registros líricos. “Ghost of Perdition” donde lo anterior se muestra fue una de las más queridas ante los temas más nuevos donde la laberíntica complejidad musical puede llegar a perder a más de uno.
Temas de las dos vertientes del grupo para contentar ambos bandos sin olvidar “Deliverance” que ella sola ya consume un cuarto de concierto. Larga trayectoria de Opeth donde hay seguidores de alguna setapas y poco enganchados con otras. Personalmente muy del principio y defensor del Damnation como su mejor trabajo y poco apegado a los últimos movimientos de la banda. Muchos se agrupaban delante del escenario, pero me da la sensación de que esperaban a Judas Priest.
Por mi parte no me quería perder a una de mis bandas favoritas del cartel, los franceses BENIGHTED. Imparcial soy, pero afirmo que hicieron un atronador concierto. Bien compensados y compenetrados con la dificultad de la entrelazadas y veloces guitarras alimentándose entre el grindcore y el death metal.
Julien Truchan y sus compañeros mostraron un poder absoluto sobre el escenario. Con una energía significativamente mayor que los anteriores y con mucha adrenalina generándose en mi cuerpo sonaban grandes temas como “Asylum Cave” o “Carnivore Sublime”. Seguro que quien no los conocía y tras esta actuación admirable se ha apuntado el nombre para escucharlo con detalle en casa.
El turno de los cabezas de cartel y de los más esperados en general del festival JUDAS PRIEST. Con ese halo triste de melancolía y tristeza por seguramente ver actuar por última vez a Robert Halford y los suyos. Se trata de la gira de 50 aniversario y mucha carretera llevan a sus espaldas por eso la gira suena a despedida.
Tengo que decir que de las varias veces que he visto a Judas Priest, esta ha sido la mejor que recuerdo. Tras superar diversas adversidades en la banda y sobre todo dudas de si Robert llegaría con la voz donde queríamos en los puntos complejos de sus canciones. Dudas disipadas, llegó y lo bordó.
Los titanes ingleses a les 22:30 empezaron el concierto y no dejaron nada por demostrar que si quieren pueden y que siguen brillando por mérito propio. Gran escenografía y montaje sobre el escenario como si una fábrica de peligrosos materiales químicos se tratase.
A parte de la excelente voz, Richie Faulkner, tras la recuperación del problema cardiaco que sufrió en directo, demostró estar de nuevo a tono para llevar el peso del concierto con sus seis cuerdas como quedó demostrada con “You’ve Got Another Thing Comin” o “Freewheel Burning”.
Ir a un concierto de “Los Judas” es una a escuchar tótems de la música heavy metal. “Painkiller”, “Breakin the Law”, “Livin’ After Midnight”, Hellpatrol” o “The Sentinel” entre otras hicieron las delicias de los asistentes cantando al unisono con Halford y los técnicos de sonido que asistían con sus efectos de ayuda en las vocales como fue en “Turbo Lover”. Sí, la moto tampoco quiso perderse el concierto y apareció con “Hell Bent for Leather” que prácticamente cerro el concierto.
Para recuperarnos y volver a bajar decidimos terminar el día con oscuridad, DARK FUNERAL fue el guía perfecto. Llegaron a Viveiro para presentar “We Are The Apocalypse”. Black metal bien interpretado sin llegar al sopor de otras bandas del género. Aderezado por un gran juego de luces y energía propia que emana de la voz de Heljarmadr.
Buen sonido del escenario, bien plantados sobre él, atuendo a juego y una excelente actuación hicieron las delicias de los miles de fans que, seguro que estaban ávidos de black metal, ya que la propuesta es poca en este festival.
Con los suecos y sus experimentos teniendo como eje principal el black nos retiramos después de haber surfeado por diversos géneros del metal.
(Texto y fotografía : Miquel Raga)