The Artic Circle Alliance – Chapter 1
Puede que mucha gente no lo supiese y por eso podían vivir tan tranquilos bajo su ignorancia pero los vikingos habían llegado a España de la mano de Madness Live para tomarla, en tres fechas bien marcadas en el calendario el 4,5 y 6 de noviembre en Madrid, Murcia y Barcelona. Seguramente estos nórdicos debieron pensar que seguíamos en verano, pero os aseguro que a mí me vino como una excusa perfecta para entrar en calor a base de golpes de buen metal.
El sábado 4 me dirigía hacia la nueva Sala Mon (Madrid), más conocida antes por ser la famosa Sala Penélope. El concierto abría puertas a las 19:00. Aunque que fuese más pronto que las citas habituales a las que estoy acostumbrado, no pasaba nada porque con el nuevo cambio de hora, la noche era más que cerrada ya. Todavía no había estado en la Sala Mon pero ya se llevaba un punto positivo con la puntualidad inglesa en los horarios y como marcaba en el guion a las 19:30 salían a reventar el escenario los finlandeses Stam1na. Me gusto bastante el sonido de la sala desde el principio, la gente se apiló cerca del escenario desde el primer acorde, para darlo todo. El escenario no era muy alto y permitía a los músicos interactuar con el público constantemente. Otro de los aciertos para crear ambiente era la enorme pantalla en el fondo del escenario donde los grupos iban poniendo sus logos bien grandes.
Stam1na no es el típico grupo de Thrash de vieja escuela. Su música es rápida como bien marca el estilo, pero con un aire fresco y moderno que le diferencia de la infinidad de grupos que repiten el mismo patrón de canción una y otra vez. Aparte como sello de identidad propio es que cantan de Suomi (idioma finés), con un par bien puestos. Era divertido ver como algún valiente del público se atrevía a gritarles palabras en ese idioma, hasta creo que lo entendieron. Con la temprana Panzerfaust el ambiente comenzaba a caldearse y con otro de sus singles Paha Arkkitehti y su afán por brindar con cerveza durante los parones, ya se habían metido al público en el bolsillo. La verdad es que son muy enérgicos sobre el escenario, haciendo molinillos con sus largas melenas e incitando a mover a la gente. Me gusto mucho uno de los temas finales Kadonneer Kolme Sanaa que puede parecer una especia de rap en fines a tempo de canción de Thrash. Para cerrar su actuación, tocaron Kuudet Raamit (los nombres son impronunciables), una canción de su último disco, con uno de los estribillos más melódicos y pegadizos de su repertorio, pero sin perder la rudeza. Sino conocéis a esta banda, os recomiendo que no os la perdáis en su próxima gira por nuestras tierras y de paso ver sus videoclips, se nota que no están bien de la cabeza.
Mientras esperaba que montasen el escenario para la siguiente actuación, me di una vuelta por la Mon. Es un espacio bastante amplio, aunque el aforo no estuviese lleno, había mucha gente, pero me imagino que tiene que ser complicado colgar el Sold Out en salas de este tamaño. Subiendo unas escaleras guiado por unas luces led que me marcaban el camino hacía el piso de arriba donde estaban los puestos del merchandansing, había precios varios, los CDs a mejor precio que las camisetas. Pero la gente ya había hecho sus compras, vi muchas de los cabezas Omnium Gatherum pero las de los islandeses Skalmöld tampoco se quedaban cortas y los más fieles ya se iban preparando mientras subían al escenario.
Los que no conozcan a Skalmöld (muy mal), solo os diré que son el grupo perfecto con los que salir de fiesta. Su música es una mezcla entre Viking pero con mucho Folk y juegos con las voces en coro que te transportan a cualquier berbena europea, donde las pintas estabas bien frescas y en cualquier momento podía empezar una pelea entre clanes. Siguen dando publicidad a su último álbum Vögguvísur Yggdrasils (2016) (otros con nombres imposibles) y tocaron la madrugadora Múspell y Niðavellir, me gusta mucho el toque de los teclados en su música, que te da ganas de bailar o darte de cabezazos contra el resto, aunque el público no montó mucho follón con pogos y estuvo más disfrutando y bailando bien atentos al concierto. Un bajista muy carismático con una barba propia de un enano de la Tierra Media que no paraba de mover al público de todas las maneras posibles. Otra de las más coreadas fue Miðgarðsormur, y esa mezcla de semigutural con las potentes voces graves y los cambios de ritmos. No son temas cortos los que tocan los islandeses, donde se recrean y juegan hasta más no poder. Otro punto a favor de la sala, fue el buen juego de luces, con los efectos, colores y cegadoras en los momentos de mayor tralla. Da gusto ver una sala que invierte un poco en las luces, que siempre consiguen mejorar el espectáculo. Según he leído Skalmöld significa algo como Edad de las Espadas, así que os podéis imaginar lo épicas que suenan sus canciones y las grandes hazañas bélicas que narran. Ya para cerrar sonaron dos de sus temas más conocidos Að vetri y Kvaðning donde el público no pudo evitar corear y moverse con uno de los temas más esperados. La verdad es que es pegadiza.
Solo de ver el ambiente, ya se veía a la gente bastante satisfecha, pero es que aún quedaba el plato fuerte, uno de mis grupos preferidos de mi juventud, Omnium Gatherum y ese Death Metal Melódico tan personal. Para mí, una de las bandas más infravaloradas de su estilo y comenzaban su concierto con la intro Louto, del disco Beyond que si no recuerdo mal, fue de los primeros trabajos que reseñé. Skyline empezaba a atronar en la sala, mientras Jukka Pelkonen, el cantante no paraba de brincar de un lado a otro, mientras posaba y chocaba los cinco con la gente. Se pasó todo el concierto saludando a sus fanes, que sin duda lo agradecían. New Dynamic otro de los clásicos empezaba a sonar, con ese riff tan reconocible y ese gutural tan grave y que no perdía en directo. Muy importante la labor del piano. También sonaron Nightwalkers y Formidable, parecía que querían hacer un homenaje a Beyond, uno de sus discos más emblemáticos. Nail, otra de las que no podía faltar, de las más rápidas y agresivas del setlist. Ya para ir cerrando la noche, empezó a sonar la épica The Unknowing donde junta la agresividad del Death, pero tan bien rebajado por las melodías de los pianos y las guitarras. The Sonic Sign el motivo por el que conocí esta banda hace años y que tanto disfrute escuchándola en directo y acabando con New World Shadows canción y disco imprescindible para cualquier amante del Melodeath. Omnium Gatherum dio una gran lección de porque siguen en lo más alto del metal Underground y que les queda mecha para rato.
Ninguna pega para un buena noche de Metal Vikingo en la ciudad de Madrid. Como bien nombraron a esta gira, la alianza del círculo ártico conquistaron la ciudad, pero también lo han nombrado capítulo uno. Tendremos que estar atentos a la segunda parte, que seguro que es la excepción que confirma la regla y también es buena.