Crónica METALLICA + GHOST + BOKASSA en Madrid | 03 de Mayo | IFEMA

Marea negra de metal 

Por: Thaís Aguilar

Las calles de Madrid estaban casi vacías por el puente del 1 y 2 de Mayo.

La tarde era cálida y agradable, pero me dirigía con prisa a la estación del metro, rumbo a la periferia de la ciudad, al complejo Instituto Ferial de Madrid (Ifema).

Esta era mi primera cobertura de fotos, el concierto de Metallica, agotado desde hace meses. Éramos solo dos mujeres de 20 fotógrafos europeos y españoles de diversos medios.

El metro, contrario a las calles, estaba con mayor afluencia de gente; camisas, blusas, jacktes, gorras, todas negras. El código obligado del rock, prendas negras, jeans azules o negros, trajes estrafalarios, maquillaje recargado—algunos—, pero la actitud y vibración de esta manada de humanos era tono metal y rock.

Esta marea negra de aficionados y aficionadas al rock tiene una particularidad, atraviesa generaciones, edades, condiciones sociales, sexo, nacionalidades, etnias…

El metro iba repleto y se llenaba más en cada estación. Cabellos de colores, trajes negros, actitud alegre y distendida.

Un guitarrista recibía a la muchedumbre en un pasillo del metro, bajo en mano, calentando la jornada rockera con los éxitos de Metallica y arrancando los aplauso y el apoyo de la manada de fans.

El  mítico grupo estadounidense inició su con presentación a las 9:17 pm. No importó la hora, apenas se ponía el sol en Madrid para disfrutar de la noche oscura y de rock.

Cerveza, camisetas, muchos cigarrillos, de todo tipo —aquí se fuma mucho—, conversaciones alegres, gente de todas las edades y condiciones, pululaban alrededor de la gigantesca tarima.

La fiesta del metal de la manada de camisas negras fue de ensueño.

Dicen que se vendieron 68.000 entradas, lo que equivale al 1%de la población de Madrid…

El espacio del Ifema resultó demasiado extenso aunque cómodo, el sonido se perdió un poco, las filas para comprar cervezas y perros calientes eran larguísimas y por primera vez en mi vida logré ver una cola para el baño de hombres, más larga que la de mujeres, y eso que la equidad de género se mantuvo entre la asistencia.

En fin, que era noche de rock del duro…

 

Por: Paulo Lara

 

Un evento marcado en el calendario, entre festivos y viernes, hacía pensar en un mar de gente como así sucedió. Lo que no esperábamos era que la logística del concierto fuera tan deficiente y caótica para el público. Me pregunto, ¿no era más sencillo haberlo realizado en un estadio, como sucederá en Barcelona en el Estadi Olímpic?. Esto hubiera facilitado el acceso y posterior salida del público como suele suceder en eventos masivos de fútbol y para lo que estos recintos están más que acondicionados, así como los alrededores. El mayor problema del sitio elegido en Madrid, el IFEMA (también lugar del Mad Cool) es, precisamente, la llegada de los seguidores y su posterior salida, la que causó más disgustos.

Centrándonos en lo meramente musical, debido a este caos logístico, nadie nos supo decir a ciencia cierta donde recoger las acreditaciones, ni habían demarcaciones que facilitaran ese trabajo a los que nos dedicamos a informar, por ello nos fue imposible traeros la actuación de Bokassa. Tras una ardua caminata, pudimos acomodarnos en el gold stage, al frente mismo del escenario, un detalle de la organización para que la prensa pudiera degustar en primera fila del evento; desde aquí os lo agradecemos.

Ghost es siempre una apuesta segura, porque es una banda consagrada que ha crecido como la espuma en estos años, gracias sobre todo a su calidad y a la reunión de grandes éxitos en su corta carrera; así como a su espectacular puesta en escena de su show, su indumentaria, sus máscaras y esas letras oscuras dentro de un estilo rock más asimilable para la plebe. Siempre he creído que Ghost es una banda para disfrutar de noche, en espacios abiertos o grandes salas cerradas por la oscura magia que esconde en sí misma. Pero hay que admitir que el cartel de esta tarde, no podía obviarse por la gran banda que cerraba esa noche. Con todo ello y la luz de la tarde del sol de primavera de Madrid, disfrutamos de un amplio repertorio de los suecos, en donde no faltó ningún clásico, desde la inicial «Rats» de su nuevo y espectacular álbum Precuelle, hasta temas que no pueden faltar como «Secular Haze», «Year Zero» del Infestissumam o la insuperable «From The Pinnacle To The Pit» del Meliora.

Aunque se desenvuelven en dos estilos totalmente distintos, Ghost y Metallica, la banda sueca me pareció un digno telonero de los de San Francisco, que motivó y activó al sediento público de buen rock, thrash metal y de cerveza. Ghost acompañó no solo en temas, también en provocación y espectáculo, lo que, a la postre, suma en sensaciones en una tarde única para varias generaciones de asistentes de todas las edades. Los que tuvimos la suerte de estar delante disfrutamos al máximo, pero quienes estuvieron más alejados –el recinto es enorme–, el sonido, debido al fuerte viento, se perdía y no se distinguía de la mejor manera. Y eché en falta un par de pantallas grandes para la gente del fondo que no pudo o no quería acercarse a la multitud, que para todo hay gustos.

Con Metallica, poco hay que no se haya escrito, bueno o malo, no seremos nosotros los que descubramos su amplia calidad y experiencia, y de porqué son amados y odiados a partes iguales. Nos podrán gustar más o menos ciertos discos, pero está claro que en directo son brutales y que con los años se han vuelto una banda cercana para su público, muestra de ello fue el set clásico de cortes como «For whom the bell tolls», «Creeping death», «Master of puppets» donde Lars se acercó, adelante en la tarima donde se encontraba otra batería y todos tocaron más cerca de su público en esa zona, un detalle que me gustó y evidencia la amplia calidad y años de carrera de la banda. Así todos o casi todos, los tuvimos un poco más cerca esa noche y no solo un sector privilegiado.

Metallica inicio con «Harwired», tras una intro por todos ya conocida que es ya marca de la casa y me refiero a la película «El bueno, el malo y el feo». Justo 14 meses atrás, el 03/02/18, la banda eligió empezar con sus clásicos, pero en esta ocasión, la banda le dio prioridad a sus nuevos temas del álbum Hardwired…to self destruct, que viene a ser una mezcla de sus viejos discos más potentes y del And…justice for all, lo que ya es decir.

Como viene siendo habitual, la banda también dedicó una divertida sorpresa interpretando un tema de Los Nikis, el escogido fue «Brutus», que es el que abría su álbum Submarines a pleno sol de 1987. La interpretación corrió a cargo de Trujillo, que al tener ascendencia mexicana, no le fue tan difícil hacerlo y en la guitarra Hammet, ambos en solitario, consiguiendo con ello un gran vitoreo de los asistentes. Ambos músicos tocan canciones de bandas locales originarias del país en el que el grupo se encuentre en ese momento; por ejemplo, el año pasado cantaron ‘Dancing queen’ de ABBA en Suecia y hace unos días se atrevían con «Censurados» en Portugal. En Madrid fue el turno de los mismísimos Los Nikis, no sin antes presentarlos con su conocido sobrenombre de “Los Ramones de Algete”. Este 5 de mayo en Barcelona, recordemos que el año pasado interpretaron «El muerto vivo» de Peret y en Madrid lo hicieron con «Los rockeros van al infierno» de Barón Rojo.

La banda se dejó un amplio repertorio, repasando casi todos sus clásicos y todos sus discos, creo que obviaron el «Kill ém all», una pena, pero se lo podemos perdonar. James actuó con una picadura de abeja en el ojo, lo que no le impidió hacer sus peculiares bromas, charlar con el público y darlo todo esa tarde.

La banda, con los años, se ha vuelto más cercana e intuitiva hacia sus fans, lo que sumado a una amplia trayectoria y un sonido aplastante, hace de sus directos una cita obligada y si no que se lo digan a los 68.000 seguidores que hicieron de Tom Rider para llegar y salir del recinto ese día. Puedes haberles visto en el pasado o ser tu primera vez, pero lo que nunca cambiará es la sensación de tener enfrente una de las bandas míticas del género y de las más importantes de la historia de la música en su estilo. Eso ayer y hoy nos sigue poniendo la piel de gallina y son pocas las bandas que lo consigan, Metallica es, sin duda, una de ellas.

 

Texto: Tháis Aguilar Z. y Paulo Lara M.

Fotos: Thaís Aguilar Z.

 

 

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