Caía la tarde y la sala Shoko (qué bien lo está haciendo este año) ya empezaba a llenarse para el tan esperado momento; la presentación del nuevo proyecto del guitarrista Alberto Rionda (ex Avalanch), Alquimia, meses después de su lanzamiento.
Rionda ha arriesgado mucho en este nuevo proyecto, a todos los niveles; pero sobre todo, en lo musical, dando un “paso atrás”, hacia sonido más puramente power metal clásico, en comparación con el camino que se había trazado en Avalanch hasta su separación (que se estaba haciendo cada vez más y más ecléctico).
La sala fue llenándose hasta conseguir un aforo casi completo, lo cual es una muy buena noticia, teniendo en cuenta que el precio en taquilla no estuvo todo lo ajustado que debía, y que como siempre, la música tenía que competir una vez más con el fútbol; por las calles, los colchoneros coreaban eufóricos la victoria en la LIGA.
Sin necesidad de calentar motores con algún grupo telonero, y sin hacernos esperar, empezó a sonar la intro de Mutus Liber, y el grupo formado por Alberto Rionda, Israel Ramos, Rubén Lanuza, Leo Duarte y Chez García hizo vibrar al público al ritmo de “El lobo y el Arca”.
Madrid arropó cálidamente a los asturianos, que intercalaron temas del primer disco con clásicos de Avalanch (cosa que sin ninguna duda todo el mundo esperaba); con importantes arreglos instrumentales por parte de Rionda, pero también del teclista Chez, con su portable AX-Synth (juguetito que cada vez vemos en más grupos del género).
Increíbles los “duelos” de solos ya desde este primer tema; Rionda siempre ha sido muy dado a este tipo de performances, pero empezar tan fuerte desde el principio nos puso los pelos de punta.
En el terreno instrumental, también fue destacado el sólo de batería en mitad de la canción “La cuna de Arce”, o el contrapunto de la balada beethoveniana «Claro de Luna».
Al frente, Israel no perdió la sonrisa y energía ni un solo segundo, estuvo muy atento al público con numerosas muestras de complicidad. Como prometió tras la entrevista en el programa de radio “El vuelo del Fénix”, presentó la mítica canción Xana (“xana xanita xana”), otro gesto que sin duda gustó a los fans.
Tras el tema Xana, el incansable y siempre tranquilo Alberto Rionda dedicó unas emocionantes palabras de agradecimiento a todo el equipo, grupo y sobre todo a los fans, por hacer posible el proyecto que, si bien lleva su nombre en el título, en directo da más bien la impresión de ser un verdadero equipo de trabajo (lo que debe ser un grupo, qué duda cabe). No pudo rematarlo mejor, que con la gran sorpresa, tras un solo de guitarra, del esperadísimo tema “Torquemada” de Avalanch, en el que todo el público se vino, literalmente arriba.
En la última traca pudimos disfrutar temas como “Sacrificio” y por último y como broche final a este gran concierto, “La morada del Alquimista”.
Un espectáculo que pareció gustar mucho a los asistentes, y creemos que se debe a la conexión del grupo con el público y el hecho de poder rememorar grandes temas de Avalanch, que sin duda estuvieron a la altura en la ejecución, especilamente, por la poderosa voz de Israel Ramos.
– Mutus Liber
– El lobo y el Arca
– Dama oscura
– El ángel caído
– Divina Providencia
– Aliento
– Claro de Luna
– Pelayo
– Lagunas de sal
– La cuna de Arce
– La fuente dorada
– Antojo de un Dios
– Llama eterna
– Xana
– Cábala XIII
– Torquemada
– Sacrificio
– La morada del Alquimista
Texto: Raquel Roldán y Rubén G. Herrera
Fotos: Rubén G. Herrera
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