No era de extrañar que, con las buenas noticias y la gran aceptación que está teniendo la gira de Powerwolf, los suecos Amaranthe y los alemanes Kissing ’Dynamite, casi se colgase el cartel de no hay entradas en la sala grande de Razzmatazz. Y es que, ha diferencia de otros conciertos, desde primera hora la sala ya tenía la mitad de su aforo cubierto. Buen indicador.
Así pues, siguiendo el horario marcado por la promotora, a las 18:10 cuando empezaba a despedirse el sol, los alemanes Kissing ’Dynamite saltaban al escenario con su propuesta hard rock. Atractivo espectáculo, con excelente material cantable y dado a ser coreado. Un brillante frontman y un excelente trabajo en equipo con movimientos coordinados de un lado a otro. Con “I’ve Got The Fire” enchufaron la dinamita del público. Los hicieron corear, cantar y tocar guitarras al viento a base de temas como “You’re Not Alone” o el clásico himno “I Will Be King”.
Gran presión deberían tener los alemanes por gustar ya que se trata de una de las primeras veces que pisan Barcelona y abriendo para dos bandas con altos números de seguidores. Ya prometieron volver encabezando un concierto este mismo 2019. ¡Habrá que estar atento!
Cambio de escenario, de baterías, ajustes, pedestales y todo dispuesto de nuevo para que a las 19:10 saltasen los suecos AMARANTHE para mostrar su propuesta. Rápida aparición de todos los integrantes excepto Elize que tardó unos segundo más, entrando con su registro más melódico con el tema “Maximize”, cambiando a ritmo mas eléctrico con “Digitar Wolrd” y mostrando sabia nueva con “365” de su trabajo a presentar Helix. Tras el saludo inicial y recibimiento efusivo por el público que ya prácticamente llenaba la sala incluidos los palcos del primer piso, se dispusieron a desgranar su setlist.
Desde su aparición en 2011 AMARANTHE ha aumentado considerablemente el número de seguidores. Su sonido icónico ubicado entre muchos subgéneros junto a sus shows en vivo electrizantes han asegurado un buen número de entusiastas. Continuarán haciéndolo y seguro que ayer ganaron nuevos.
Desde la balada “Amaranthine” donde las luces de los móviles de los presentes fueron encendidas hasta la bombeante “Drop Dead Cynical”, su selección mostró lo mejor de la fusión de tres estilos vocales diferentes. Composiciones guiadas por melodías como ‘1,000,000 Lightyears’ fueron muy bien para que el público corease y cantase. Tenían a la multitud comiendo de las palmas de sus manos. El único pero que se le puede poner a la banda es la larga pausa que hicieron. Aunque no fuesen el grupo principal del cartel, ya cuentan una talla y un repertorio considerable y teniendo una hora justa de actuación, ¡Toca temas!. La interactuación es primordial, pero la música prima y 10 minutos perdidos con poco aporten darían para dos canciones más. Con todo y con eso, un excelente asistente para preparar a la congregación para el oficio de misa metal que se acercaba.
Ejercicio casi castrense y milimetrado para preparar el montaje que Powerwolf traía para “su” noche. El escenario quedó tapado por un telón negro de ocultación con el logo de la banda. Muchos montadores que se movían sin cesar para crear una estructura donde el teclado y batería quedarían a dos niveles por encima del nivel escenario, con plataforma intermedia en el primer nivel para Atila.
Es increíble cómo han despegado Powerwolf. Llamados directos a encabezar el power metal con su extravagante versión. Recuerdo no hace ni tres años se presentaron como cabezas de cartel en Salamandra y no la llenaron. Sin embargo, siguiendo sus líneas marcadas han logrado acrecentar el calado entre los metaleros y casi cuelgan el cartel en Razzmatazz 1. Me recuerda la evolución a Sabaton. Su temática, atuendo, letras fáciles y vueltas rítmicas pegadizas para corear y submergir al público en las canciones. Estribillo y cabeza y brazos a ritmo es una formula con un resultado excelente.
Con esa premisa y con el deber de seguir gustando y complacer a los que allí estábamos, salieron al escenario los «lobos» que presentaban nuevo álbum llamado “The Sacrament of Sin” del que dieron buena muestra en su setlist. La calidad de las composiciones en este nuevo trabajo y la energía y la pasión con las que se ejecutaron las canciones fueron abrumadoras y en cada oportunidad así nos lo hacían saber.
Disfrutar de un buen sonido y con el apoyo de un acertado juego de luces, permitió a los miembros de Powerwolf agregar una dimensión adicional a las composiciones iniciales como ‘Army Of The Night’, ‘Incense And Iron’ y ‘Amen And Attack’.
Encargado de los teclados Falk Maria estaba en su habitual estado de ánimo jovial donde constantemente exigía la participación del público. A su vez, el cantante Atila Dorn cautivó a la multitud con sus poderosas voces y su atuendo teatral. Algunas de las composiciones interpretadas en la noche estuvieron precedidas por breves palabras suyas, que viendo la dimensión agradeció a los congregados su increíble apoyo. También las ganas, gestos y muecas de los de los hermanos Greywolf en las interpretaciones y cómo miraban al público con asombro entre los temas.
“Where the Wild Wolves Have Gone” interpretada con piano de pared traído por dos “monjes” montadores al centro del escenario y comandado por Falk. Baño de espuma para finalizar el tema. ‘Demons Are A Girl’s Best Friend’, ‘Killers With The Cross’ y ‘Resurrection By Erection’ fueron los más cantados y ya señalados como himnos inevitables en sus recitales; en la velada de ayer, lo más destacado hasta llegar a la atmosférica ‘Lupus Dei’.
“We want more”, clamábamos porque evidentemente, queríamos más. Era temprano y queríamos la cerecita de tan suculento pastel. Regresaron y nuestras ansías fueron satisfechas por “Sanctified With Dynamite”, “Coleus Sanctus”, “Werewolves of Armenia”. Con estos tres ultimas ofrendas dimos por terminada la ceremonia de consagración de los lobos endemoniados.
(Texto y fotografía : Miquel Raga)